Vamos a analizar al jugador que ha protagonizado el principal traspaso de este mercado invernal, Mario Balotelli. El jugador deja el Manchester City para ir al que el ya denominó en su día como el club de sus amores.
Independientemente de la polémica que despierta este jugador aquí solo queremos hablar de lo estrictamente deportivo, y de lo que puede aportar en su nuevo club.
Se trata de uno de esos jugadores que no tiene una demarcación fija en el campo, en el Inter lo vimos jugar arriba cayendo constantemente a ambas bandas, casi siempre a la izquierda, para aprovechar así uno de sus principales atributos, el disparo. En su primer año en la élite ya demostró la potencia de disparo que poseía, tanto a balón parado como en jugada. En la pasada Euro jugó de único punta con Italia, tanto en un esquema con 3 centrales y 2 carrileros, como con 2 centrales. También puede jugar con otro delantero,
como ocurría en Manchester, donde comenzó jugando con Tévez, y luego lo vimos con Agüero (ambos bastante similares). Incluso se adaptaba a jugar con Dzeko, es decir, con un 9 clásico. Todos estos se aprovecharon de los movimientos de Mario para hacer muchos goles.
Un 9, un 10, diferentes puestos que puede ocupar. ¿Qué veremos en el Milán? Seguramente juegue de delantero centro, haciendo lo que hace en la selección. A un lado El Shaarawy, y al otro Niang. Juntos formarán un tridente con una media de edad de 20 años. En mi opinión, tiene carácter de sobra para coger los galones de un equipo tan grande como lo es el rossonero, a pesar de su juventud.
Hemos hablado de su polivalencia y de su disparo, pero otro aspecto que habría que resaltar es su físico. Es un jugador veloz, pero que también sabe jugar de espaldas, aguantar el balón y jugar de cara.
En definitiva, es un fichaje muy bueno, solo ha costado 22 millones, y para un equipo que gana la mayoría de partidos en acciones aisladas, dependiendo básicamente de lo que haga El Shaarawy, un jugador como Balotelli puede facilitarle esos partidos atascados que están siendo el pan de cada día en la temporada del Milán, como el del pasado fin de semana. Y si no es así, tiene habilidades de sobra para desequilibrarte
cualquier encuentro en un par de acciones, que le pregunten a la selección alemana.
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